17 julio 2024

  Fe y no Superstición (Luis de la Fuente)

El entrenador de la selección española de fútbol, Luis de la Fuente Castillo, aclaró a una periodista de COPE que persignarse “no es superstición, sino fe”. Con frencuencia no se entiende la relacón de los que tienen fe con Dios.

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El entrenador de la selección española de fútbol, Luis de la Fuente Castillo, ha vuelto a hacerse viral con una sus respuestas a los periodistas. Si hace unos días tenía que aclararle a una reportera de COPE que persignarse “no es superstición, eso es fe” (1), su rueda de prensa anterior a la final de la Eurocopa, no ha pasado desapercibida. 


Cuestionado por un periodista que no "entendía la relación de los que tienen fe con Dios", eso sí, previa aclaración del reportero de que "los que somos ateos respetamos", de la Fuente se enfrenta a la pregunta de "¿Dónde queda Dios y la fe cuando hay una final y se requiere absolutamente de todo para ganar?". 

Vayamos por partes: la pregunta es tan absurda que cuesta entenderla, por lo que claro, sólo queda pensar que es un nuevo intento de ridiculizar la fe, en este caso, la del seleccionador nacional. Y segundo, "los que somos ateos respetamos", tiene lo suyo el comienzo de la intervención. Por un lado, ¡faltaría más!, por otro, ¿seguro? Porque la pregunta no lo demuestra, y para rematar, ya saben aquello de 'excusatio non petita accusatio manifesta'. 

 

Pero lo que no se esperaba el periodista es la contestación de de la Fuente: “Te entiendo perfectamente porque es que a mí me sucede igual con los ateos, exactamente igual”.

“La fe es algo personal y transferible, en este caso no es intransferible, es transferible, pero es personal. (…) Como soy libre y puedo elegir lo que creo que tengo que hacer, desde mi inteligencia y mis experiencias (…) pues, me invitan a creer en Dios y aportarme mucha seguridad y mucha fortaleza”, continuó el entrenador de España.

 

Y volvió a aclarar que esto “nada tiene que ver con la superstición. Soy cero supersticioso”. “Yo rezo todos los días, no me pongo una camisa amarilla el día que gano. Si rezo hoy y mañana, también lo he hecho durante mucho tiempo. No son supersticiones”.

(1) El seleccionador nacional enseña a la reportera de COPE que persignarse “no es superstición”, sino fe

Luis de la Fuente no tiene reparos en subrayar que tiene fe ante la pregunta de la periodista Helena Condis. ¿Sabrá Giménez Barriocanal diferenciar ambos conceptos?

Ante las preguntas de la periodista Helena Condis, quien habitualmente sigue al Barça en la emisora de los obispos y es pareja del también periodista deportivo Juanma Castaño, De la Fuente no se cortó lo más mínimo y subrayó “yo tengo fe”, que no tiene ninguna manía antes de los partidos y que le gusta mucho el número 13.


https://www.hispanidad.com/



Comentarios:

Javier Trigo

@JavierTrigo

·

9 jul.


Los de la 

@COPE

 andan un poco perdidos, no? Menos mal que es la emisora De la Iglesia



¿Es correcto pedirle a Dios que gane mi equipo de fútbol?

 

Imagen referencial de un futbolista rezando | Crédito: Freepik

 

Por Diego López Colín

12 de julio de 2024

Cuando se acerca una final de campeonato de fútbol o algún partido importante, es común que los católicos que son aficionados al deporte invoquen la ayuda divina y pidan el “milagro” de la victoria para sus equipos. Sin embargo, ¿es correcto pedir a Dios por el triunfo del propio equipo?

El P. David Jasso fue gerente deportivo del Club de Fútbol Monterrey de México, conocido como “Rayados”, con el que logró ser campeón en 2009 y 2010. Luego dejó el mundo corporativo para convertirse en sacerdote. En declaraciones a ACI Prensa este 12 de julio, consideró “válido” pedirle a Dios por nuestras necesidades, pero señaló la importancia de ser “conscientes de que no siempre se cumplirá lo que deseamos o pedimos, pues Dios tiene su voluntad”.


“Si pedimos a Dios por nuestro equipo y no gana, no por eso debemos condicionar nuestra fe o ‘achacarle’ a Dios el resultado. Jugadores y aficionados de ambos equipos le piden a Dios ganar, pero creo que a Dios le gusta vernos jugar y disfrutar, más allá del resultado”, indicó el P. Jasso. 

En vez pedir por la victoria del equipo, el sacerdote aconsejó rezar para que el encuentro deportivo “sea un espectáculo familiar y seguro, porque haya paz en la ‘cancha’ y en la tribuna, porque los jugadores no se lesionen”. 

“Me ha tocado escuchar la oración de algunos jugadores con esa [última] intención particular, porque la carrera es corta y más ante una lesión de alto riesgo”, compartió el P. Jasso.

Destacó que el fútbol, además de ser apasionante por su incertidumbre, enseña valores como el “juego limpio y justo, el respeto a los rivales y al árbitro con sus decisiones”. Además, destacó que “el juego en equipo es una de las características del fútbol que más nos ayudan en la vida, al igual que seguir las instrucciones de un entrenador, lo cual ayuda mucho a dominar el ego”.


Además, el P. Jasso reflexionó sobre la importancia de aprender de las derrotas y fracasos, y de cómo estas experiencias pueden ser oportunidades para crecer y mejorar. Recordó una frase que aprendió en su experiencia con el Club Monterrey: “el fútbol es lo más importante de lo menos importante”.

Con esto, el sacerdote invitó a “poner en su justa medida el disfrute del espectáculo del fútbol”. Por otro lado, señaló que tanto en este como en el deporte en general, “siempre se ofrece una revancha deportiva tarde o temprano con el rival, de tal manera que si no se gana hoy podría ganarse mañana”.

“Qué más quisiera uno que el equipo favorito gane siempre, pero sabemos que aprendemos más de estas experiencias de derrota o fracaso que del éxito”, dijo. 


“Ni Dios ni la Virgen o los santos tienen como misión ayudar a meter goles”

En el contexto del juego entre México y Argentina en la Copa del Mundo Qatar 2022, devotos de diferentes países recurrieron a las advocaciones marianas de la Virgen de Guadalupe y de Luján para pedir el “milagro” de la victoria. 

En este contexto, el P. José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis Primada de México, precisó que “ni Dios ni la Virgen o los santos tienen como misión ayudar a meter goles o impedir que la pelota entre en la portería”.


A través de su canal de YouTube, el sacerdote mexicano recordó cómo Dios ayudó a David a derrotar a Goliat, y destacó que no lo hizo “mágicamente”, sino “haciéndolo consciente de que no es el tamaño, la estatura lo que importa, sino la fe, las habilidades, las actitudes, las estrategias y saber aprovechar las oportunidades”.

La oración, subrayó, “nos ayuda a varias cosas, como tomar conciencia de los retos, prepararnos mejor para resolverlos, dar lo mejor de nosotros mismos, no menospreciar al enemigo, estudiar sus estrategias, fortalezas y debilidades”.

También, dijo, nos sirve para “no caer en el pesimismo o la baja estima sintiéndonos derrotados antes del combate”.

El P. Aguilar señaló que en la vida como en los juegos de fútbol “a veces nos toca ganar y a veces perder”, pero es importante recordar “que Dios siempre está con nosotros”.

La fe de 4 jugadores de Inglaterra


El portal Premier Christianity cuenta la historia de estos cuatro futbolistas.

Ivan Toney: "Rezo antes de cada partido"

La historia futbolística de Ivan Toney es, en sí misma, una historia de redención. Después de ayudar al Brentford a ganar el ascenso a la Premiership en 2021 debutó con Inglaterra en 2023 pero, poco después, recibió una sanción de ocho meses sin jugar por infringir las reglas de apuestas de la Premier League.

Al regresar a la Premiership y a la selección de Inglaterra, como otros tantos futbolistas, Toney, de 28 años, se tatuó su fe por todo el cuerpo. Por ejemplo, en su espalda, donde tiene grabados los Diez Mandamientos, o una gran cruz en el cuello. El delantero fue criado como cristiano devoto por su madre, Lisa.


En declaraciones a los medios, Toney dijo que "reza antes de cada partido una oración que su abuela le decía". Además, se le puede ver a menudo rezando antes de los partidos o señalando al cielo después de marcar un gol, como forma de honrar a Dios por su éxito en el terreno de juego.

Eberechi Eze: "Dios está en el centro de mi vida"

Eberechi Eze, del Crystal Palace, es otro gran creyente. Su foto de perfil de Instagram le muestra haciendo la señal de la cruz, y, en su biografía, dice: "Gods Mercy". En una entrevista con la revista GQ, Eze dijo que Dios estaba en el centro de su vida y que no sabía cómo viviría la vida sin su fe cristiana.

El año pasado, tras una larga rehabilitación por una lesión en el tendón de Aquiles, el futbolista dijo que su fe le aportaba perspectiva en tiempos difíciles: "El fútbol puede volverse súper intenso y uno puede quedar atrapado en todo ello", dijo, "pero mi fe me permite realinear mi enfoque y saber que hay algo más grande, que hay un propósito más profundo de por qué estoy en el sitio en el que estoy".


El centrocampista de 26 años, originario del sur de Londres, ha creado recientemente su propia fundación para dar oportunidades laborales a niños desfavorecidos.

Bukayo Saka: "Dios me respalda"

Se ha escrito mucho sobre la fe cristiana del joven extremo del Arsenal y de la selección. Durante el Mundial de Qatar 2022, Saka dijo a los periodistas que leía la Biblia "todas las noches", y añadió que "el plan de Dios es perfecto, así que puedo salir al campo y saber que Dios me respalda".

En esta Eurocopa, después de marcar el gol del empate y tras anotar un penalti en la victoria de Inglaterra en cuartos de final contra Suiza, el joven de 22 años ganó el premio al mejor jugador del partido. Cuando le preguntaron que cómo hizo para superar la presión del penalti fallado en la final de la Eurocopa 2020, la estrella respondió: "Tengo fe en Dios".

Marc Guéhi: "Dios es lo primero"

Cuando la selección de Inglaterra saltó al campo, antes de su partido de semifinales contra Holanda en la Eurocopa, se pudo ver al central Marc Guéhi arrodillado y rezando

Jugador del Crystal Palace, el defensa es hijo de un pastor protestante y asistió a una escuela secundaria de la Iglesia de Inglaterra. Siempre agradece a su familia por inculcarle la importancia de la educación y de la fe.

En una entrevista, dijo que su fe cristiana era "una gran parte de mi vida" y que, a través del fútbol, intenta "ser un modelo a seguir y mostrar la gracia y la gloria de Dios". A pesar de las exigencias del fútbol profesional, Guéhi todavía disfruta tocando la batería en su iglesia, eso sí, cuando los horarios se lo permiten.

"Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.” (1 Rom.1,16).

Subraya la importancia de proclamar el evangelio sin temor, reconociendo su poder para salvar.

"Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo; sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios.” (2 Tim1. 7-8)
Aquí, Pablo anima ano avergonzarse de su fe, incluso en medio de dificultades, y a compartir el evangelio con valentía.


"Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles.” (Lc.9,26).

"A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.” (Mt.10,32).

Jesús advierte sobre la importancia de no avergonzarse de Él ni de su mensaje.



"Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” (Mt.5,14-16).
Jesús anima a sus seguidores a ser visibles y a no esconder su fe, sino a dejar que su luz brille ante los demás.

Luis de la Fuente: «Dios me da paz, seguridad y confianza en mi vida y en mi trabajo»

De la Fuente asegura a Alfa y Omega que vivir su fe en público es tan normal como no hacerlo. «Parece que la sociedad tiene normalizada la increencia y que tener una postura distinta no es normal. Pues sí lo es.



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