El Papa está contra el falso tradicionalismo de los nostálgicos que idealizan un pasado inexistente.
Insistir en la liturgia preconciliar pude llevarnos a una manifestación falsa de fe, y a una «ideología» peligrosa.
El Papa llega a sugerir que la atracción por la liturgia preconciliar responde a desequilibrios psicológicos, desviaciones afectivas y problemas de conducta. Para el Papa, quienes prefieren la misa tridentina no buscan lo sagrado, sino una especie de clericalismo disfrazado, una ostentación vacía, un refugio sectario.
En su obra : Esperanza. Autobiografia, dice:
“…Tiempo atrás encontré una cita de Gustav Mahler, el gran compositor y director de orquesta tardorromántico, que me gustó mucho. Hablando de las tradiciones, escribió: «La tradición no es la adoración de las cenizas, sino la preservación del fuego». La tradición no es un museo, es la garantía del futuro. La idea de regresar continuamente a las cenizas es la nostalgia de los integristas, pero ese no debe ser el verdadero sentido de la palabra: la tradición es una raíz, indispensable para que el árbol no deje de dar nuevos frutos…”
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